miércoles, 27 de diciembre de 2006

Canción del Colegio Militar

La Canción del Colegio
Compuesta por el Mayor de Banda Domingo de Ruvo, publicado en boletín oficial del 11 de octubre de 1941.

I
Corazones de patrio sentir,vibre un canto de honda emocióna la Patria, de acento viril,en los pechos que anidan acción.

II
Marcharán con empuje y vigor, los cadetes del Gran Capitán,con denuedo, con místico ardor, conduciendo la enseña inmortal.

Coro
Cuerpo de Cadetes, del Colegio Militar,brillará con su sol tu bandera ¡oh, divina mejestad!Cuerpo de valientes, brazo armado nacional,con sus armas y el temple de acero, ¡Cadetes a triunfar!

III
¡Comunica el mensaje a la lid... Ingenieros e Infantes, a la acción...Artilleros, el punto a batir... a la carga, jinetes, valor!!Intendencia apoya a la par, enfermeras de temple tenáz,Arsenales mi fé en vos está, cuida mi arma no puede fallar.

Por que víctimas

Por María Lilia Genta de Caponetto

La palabra víctima tiene distintas acepciones. El Diccionario de la Real Academia Española, da como segunda acepción ésta: “persona que se expone u ofrece a un grave riesgo en obsequio de otra”. Creo que es este el único sentido en el que se puede designar víctimas a quienes, como mi padre y tantos otros, ofrendaron sus vidas a manos del terrorismo marxista que asoló a nuestra Patria en los años 70. Entiendo que este es el significado que corresponde a las muertes del Dr. Sacheri, del Juez Quiroga, del empresario Sallustro, de los dirigentes sindicales y de tantos y tantos miembros de las Fuerzas Armadas y de Seguridad muertos o heridos en combate o en atentados sólo por vestir el uniforme. Por supuesto lo mismo vale de los muertos y heridos en Malvinas y en el Combate de la Tablada.Hay otra acepción, la tercera, que nos trae el Diccionario: “persona que padece daño por culpa ajena o por causa fortuita”. Y aquí entran los niños y adolescentes asesinados por ser “hijos de” y todas aquellas las personas -niños o adultos- que estuvieron accidentalmente en el lugar de un atentado y sufrieron las consecuencias: la muerte o heridas físicas y psicológicas. ¿Hay alguien que dude que el suicidio, años después, de la hija del Coronel Gay no estuviera vinculado con el momento vivido cuando los guerrilleros asesinaron, en su presencia, a sus padres? Cuando el General Juan Carlos Sánchez es asesinado, en Rosario, la señora que atendía un puesto de flores es muerta. Este es un caso paradigmático en que cada víctima responde a las distintas acepciones de la palabra. El General se expuso y se ofreció a un grave riesgo en obsequio de aquello que por vocación y misión le correspondía defender hasta con la vida: la Patria y el bien común. La señora florista murió porque estuvo allí, simplemente. Por tanto, todos pueden llamarse con propiedad víctimas, sea en un sentido o en otro, y todos merecen nuestro recuerdo de gratitud y de homenaje.En mi caso personal, entiendo que no arrío ninguna bandera cuando consiento que se use el término víctima (conforme con la segunda acepción del diccionario) referido a mi padre.Deseo hacer esta aclaración para quienes no me conocen porque no se me ocurre pensar que alguien que me conozca pueda dudar por un instante lo que pienso en este punto. Como no soy la dueña de la verdad sino su servidora (así me lo enseñó mi padre) respeto a todos los que padecieron algo parecido a mi sufrimiento y no piensan exactamente igual que yo.Las circunstancias y las situaciones familiares fueron muy distintas. La muerte de mi padre me sorprendió a los 34 años. Dios me concedió el poder vivir con él, acompañándolo en sus cosas desde que tuve uso de razón, jugué con él, aprendí a gozar a su lado de todo lo bueno, sea grande o pequeño, reí con su risa. Dios me lo dio por un buen tiempo. Pero pienso en los otros que no tuvieron lo que yo tuve. En aquellos que les fue arrebatado el padre en la juventud temprana, o en la adolescencia, o en la primera niñez; o al que nunca conocieron. Pienso, también en quienes perdieron a la madre, al hermano, al amigo.No somos “casos”, somos personas con historias distintas que aún hoy seguimos sufriendo y mucho. Con orgullo y sin aspavientos; pero sufrimos. Y es esto lo que nos reúne y nos une. Es algo muy entrañable, muy profundo, casi imposible de transferir.Por eso me animo a pedir a los compatriotas que no han pasado por la misma experiencia, que procuren entender por qué las víctimas nos reunimos y nos unimossin otro propósito que perdonar en pro de la paz y la justicia verdadera.

Porque Cristo, la Víctima Suprema, consumó la Justicia y perdonó desde la Cruz. Él es la Víctima InmoladaY su sangre nos trajo la paz.

martes, 12 de diciembre de 2006

Viva Cristo Rey del Universo

"TU LO HAS DICHO :YO SOY REY"...
...Un Rey que nos ama y nos ha lavado con su sangre de nuestros pecados.
... Un Rey que es el primogénito de entre los muertos, el Testigo Fiel.
... Un Rey que es el Principe de los reyes de la tierra.
( Apoc. 1,5)

"Yo soy el Alfa y la Omega. Aquel que es , que era y que va a venir, el Todopoderoso. Yo soy Rey". ( Apoc.1,6)
...Lleva escrito un nombre en su manto empapado en sangre y en su muslo: Rey de Reyes y Señor de Señores"(Apoc.19, 13.16)
¡VIVA CRISTO REY!, QUE EL REINE EN NUESTRAS ALMAS Y QUE SU GRACIA NO QUEDE INFECUNDA EN NOSOTROS. ASÍ REINARÁ EN LOS DEMÁS Y EN TODO EL MUNDO.CON MÍ AFECTO Y ORACIÓN , IN DOMINO.

El terrorismo de Estado abanza a velocidad "K"

KIRCHNER NO DIO MARCHA ATRÁS CON EL CEDAW

Se publicó hoy en el Boletín Oficial la
Ley 26.171, con la que Argentina ratifica el Protocolo Facultativo de la Convención sobre Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW).

Según fuentes bien informadas el propio presidente Kirchner forzó la ratificación a través de una orden impartida vía Cancillería, al presidente del bloque oficialista senador Miguel Ángel Pichetto, al día siguiente de la derrota de Rovira en Misiones. El Senado lo aprobó sobre tablas y sin dictamen de comisión esa misma semana y pocos días después, el 15 de noviembre, los diputados le dieron sanción definitiva.

A partir de esa fecha muchas instituciones y particulares le solicitaron al presidente que recapacite y vete el CEDAW, pero Kirchner desoyó todos los pedidos y el 6 de diciembre la norma se promulgó de hecho.
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NOTIVIDA, Año VI, nº 410, 11 de diciembre de 2006
Editores: Pbro. Dr. Juan C. Sanahuja y Lic. Mónica del Río
Página web
http://www.notivida.org
Email notivida@notivida.com.ar
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jueves, 7 de diciembre de 2006

PRÓXIMAMENTE

En poco tiempo tendremos en San Luis
una nueva forma de hacer periodismo, verdadero Periodismo Católico, (EL ALCÁZAR) porque es necesario decir la verdad cueste lo que cueste.

Obispo lanza cruzada contra pornografía entre ciudadanos de EEUU

ALEXANDRIA (ACI).- El Obispo de Arlington, Mons. Paul Loverde, inició una cruzada contra la pornografía y exhortó a los ciudadanos y servidores públicos a trabajar por una legislación que respete la dignidad de toda persona humana.

En una extensa carta titulada "Comprado a un precio: pornografía, un ataque al templo vivo de Dios", Mons. Loverde afirma que este flagelo es una "plaga que asola el alma de hombres, mujeres y niños", arruina matrimonios y familias, "cobrando a sus víctimas entre los mas inocentes entre nosotros" y "destruye la capacidad de la persona de ver al otro como expresión única y bella de la creación de Dios".

"Tal vez lo peor, sin embargo, sea el daño que la pornografía hace a la estructura que tiene una persona para lo sobrenatural", escribe el Prelado. "Nuestra visión natural de este mundo es el modelo para nuestra visión sobrenatural del próximo".

Mientras que la cultura estadounidense ve la pornografía como una "simple debilidad privada o inclusive como un placer legítimo protegido por la ley", la Iglesia enseña que es una grave ofensa, señala enfáticamente. La libertad de expresión "no es un derecho absoluto", dijo, y siempre debe "estar al servicio del bien común".

Mons. Loverde destacó que la pornografía se ha convertido en un "entretenimiento normal" para las masas, accesible a través de Internet, cable, satélite y las emisoras de televisión locales y destacó que ahora se puede acceder a ella por el teléfono celular y a través de juegos portátiles para niños y adolescentes.

El Obispo enfrentó los argumentos en defensa de la pornografía, que niegan a sus víctimas o hasta la promueven como algo "terapéutico", asimismo desmintió que la oposición cristiana a la pornografía provenga de un supuesto "odio cristiano al cuerpo".

"La pornografía -continuó el Obispo- distorsiona la verdad respecto a la sexualidad humana" y usa y manipula a las personas de maneras que "son incompatibles con su dignidad humana".

"Ello también plantea un reto a las personas que están tratando de vivir su vocación cristiana en cualquier estado de vida: esposos, sacerdotes y consagrados, y personas solteras. En particular supone un desafío a los jóvenes cristianos, que combaten por vivir las exigencias del ser apóstoles en una cultura que ha abandonado la virtud de la castidad" afirmó.

Dirigiéndose a los jóvenes, el Prelado indicó que "temo mucho que sean ustedes quienes deban cargar el pesado fardo de la rendición de nuestra cultura a la pornografía, tanto en la actualidad como en los años venideros. No son solamente ustedes los blancos de esta criminal empresa, como la fuente de sus ganancias, sino que son también ustedes quienes deben sufrir el empobrecimiento de la noción de intimidad que resulta de una cultura que ha confundido amor con auto gratificación".

"Sepan primero que Dios los ha destinado a un amor humano verdadero y pleno que halla su centro no en manipular a los otros, sino en compartir y florecer en la comunión con el ser amado", escribe el Obispo de Arlington.

martes, 5 de diciembre de 2006

La indiferencia hacia la verdad ha invadido el ámbito de la fe

BUENOS AIRES (ACI).- El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, advirtió en su programa Claves para un Mundo Mejor, que la indiferencia hacia la verdad y la difusión de opiniones variadas y extravagantes “ha invadido también el ámbito de la fe”.


El Prelado hizo esta afirmación al referirse al problema fundamental que enfrenta la cultura contemporánea, que es “la indiferencia por la verdad o el relativismo”, es decir, “el descenso del orden de la verdad al campo contingente y variable de las opiniones: ‘Yo tengo mi verdad, tú tienes tú verdad’”.


Dijo que en el ámbito de la fe y su transmisión “se ha dado también una especie de descenso o de caída”, es decir, se ha filtrado “la idea de que la fe es ante todo una emoción, una vivencia, un sentimiento, pero no la firme convicción en la verdad de la Revelación Divina”. Indicó que ello se refleja en la
catequesis, que aunque ha mejorado en el aspecto metodológico, ha experimentado “un vaciamiento de contenidos” doctrinales.


“Sin duda, la fe es una adhesión personal a Dios por medio de Cristo Nuestro Salvador, el Gran Revelador del Padre; pero Cristo es el Logos, el Verbo de Dios, la Palabra de Dios y, la verdad de la fe que Cristo nos ha transmitido se articula en un cuerpo doctrinal, el que la
Iglesia ha venido desarrollando y enseñando a lo largo de los siglos. Ese es el contenido de nuestra fe”, explicó.


Mons. Aguer advirtió que lo peor es que el cristiano es confundido por “muchas opiniones teológicas discutibles y aun claramente erróneas”, que “son obra de personajes muy conocidos, de teólogos renombrados, de escritores cuyos libros se ponen de moda”, y que hacen “que la cabeza de muchos católicos” sea “un almacén de ideas raras en el que falta la clara, serena y gozosa convicción acerca de la verdad de nuestra fe”.


Ante ello, el Prelado dijo que es “de máxima urgencia” recuperar “el nivel de conocimiento que es propio de la fe”, porque ella “no es sólo una adhesión personal a Cristo que procede de nuestra voluntad movida por la gracia divina, sino también iluminación de nuestra inteligencia que afirma con convicción la verdad revelada por Dios”.


“Tenemos que recuperar el sentido de la verdad. Si este sentido de la verdad no impregna nuestra psicología, si no llena de gozo nuestra
vida, ¿cómo podremos dar testimonio de la verdad ante un mundo que descree de ella?”, expresó.En ese sentido, Mons. Aguer recordó que “esa verdad de la fe la tenemos expuesta en el Catecismo de la Iglesia Católica, y sintetizada en el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica”.